Dejamos rastros digitales donde quiera que vayamos en nuestra vida diaria; aprenda cómo los investigadores forenses usan estas pistas.
EFE.- El profesor Simon Rothöhler de la Ruhr University Bochum (RUB), Alemania, dice que hoy en día, casi todo movimiento, comunicación o llamada telefónica y toda interacción digital deja un rastro de información.
Conoce nuestras vacantes que tenemos disponibles clic aqui…
Visita nuestras Redes Sociales:
Según Rothöhler, en algunos casos, los investigadores forenses pudieron detener y finalmente condenar al asesino con la ayuda de sensores inteligentes en el refrigerador.
El reino digital no es el reino inmaterial. Según RUB, los datos se almacenan físicamente en algún lugar, y cuando se piensa que se eliminarán de los discos duros y otras formas de almacenamiento, a menudo es fácil reconstruirlos.
Cepillos de dientes “inteligentes”, bombillas y relojes deportivos electrónicos, puertas de garaje y cancelas conectadas a sistemas de reconocimiento de vídeo, perfiles de redes sociales personalizados y cuentas de vídeo “streaming”… como nuestras huellas dactilares, estamos en todas partes en nuestra vida diaria han dejado una huella digital huella.
Lo mismo ocurre con los delincuentes, según los expertos de la Ruhr-Universität Bochum (RUB), para deleite de los expertos forenses profesionales que ahora cuentan con un conjunto de herramientas de alta tecnología y procesos informáticos para investigar estas nuevas escenas del crimen digital. , en Alemania.
Los investigadores forenses pueden aprender mucho de las huellas dactilares de una persona, dice el profesor Simon Rothöhler del Instituto RUB para la Investigación de Medios.
Según la universidad, en algunos casos, los investigadores forenses pudieron detener y finalmente condenar a un asesino con la ayuda de sensores inteligentes en el refrigerador, lo que podría verse como el equivalente de un informe de un testigo presencial.
Testigos digitales: nuestras huellas electrónicas nos exponen
Los medios electrónicos juegan un papel clave en todos los aspectos de una investigación forense: desde el momento en que un profesional ingresa a la escena del crimen, pasando por las pruebas de laboratorio de las muestras, hasta la comparecencia de un experto forense en la corte.
“El análisis forense como práctica institucional se basa en investigaciones que rastrean evidencia. Eso significa que el rastro está en el centro”, dijo Rothöhler. “Hay toneladas de rastros de sustancias como sangre, cabello, saliva, huellas de neumáticos, e investigarlos ha dado lugar a muchas áreas de especialización”, señaló.
“La tecnología de los medios se ha agregado recientemente a la lista de rastros como un tema de investigación, como un área clara de especialización”, explica el académico alemán de medios electrónicos y audiovisuales.
Según Rothöhler, la digitalización de la vida cotidiana ha cambiado el juego de las investigaciones forenses, ya que genera grandes cantidades de huellas dactilares y datos digitales.
El investigador se refería principalmente a aquellos dispositivos electrónicos, como teléfonos inteligentes e incluso refrigeradores inteligentes, que no son sistemas de vigilancia tradicionales ni normales. Todos estos dispositivos tienen acceso a la red (internet) y almacenan datos, que a su vez pueden ser leídos por técnicas forenses, agregó.
La digitalización no solo ha aumentado la cantidad de evidencia, sino que ha cambiado la forma en que las autoridades investigadoras recopilan información forense, brindando nuevas áreas de aplicación y formas más sofisticadas de recuperación de evidencia, dicen los expertos de RUB.
Para determinar si una imagen digital, un audio o un videoclip es auténtico, los expertos forenses de medios electrónicos de hoy en día deben examinar los metadatos (datos que describen otros datos) y la estructura de píxeles (la unidad básica de una imagen digitalizada) en busca de interferencias, manipulaciones y, dijo, estructura sospechosa.
Explicó que para rastrear y decodificar datos complejos y rutas tomadas por la información digital, los investigadores forenses confían cada vez más en herramientas y software asistidos por computadora altamente específicos.
“Por ejemplo, esto se aplica al campo de las fotos relacionadas con las escenas del crimen”, señaló. “Los investigadores forenses de hoy también usan escáneres láser 3D (que capturan imágenes digitales 3D) para inspeccionar las habitaciones y congelar visualmente las escenas del crimen”.
Según Rothöhler, con estos escaneos 3D, las escenas del crimen se pueden reconstruir digitalmente, lo que permite a los investigadores navegar virtualmente hasta la ubicación del delincuente o las ubicaciones que pueden ser relevantes para el delito cometido.
Al mismo tiempo, el análisis forense de los medios electrónicos se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana, señala, cuando imitamos sin darnos cuenta a los investigadores forenses reales, argumenta Rothöhler. Resultados de búsqueda, luego verificamos qué tipo de contenido les gusta, qué les gusta, qué han compartido, qué han comentado “a modo de ejemplo”, es decir, estamos leyendo huellas digitales todos los días, como investigadores forenses, señala Rothöhler.
“Esto también sucede cuando usamos las redes sociales o buscamos restaurantes o destinos de vacaciones. Todas estas prácticas habituales se pueden denominar paraforenses o pseudoforenses”, apunta el experto del RUB.
Fuente: forbes.com.mx