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Aprendizaje en línea impulsa a 40% de las mujeres que concluyen cursos y fortalece su economía

El  estudio: Las Mujeres y el aprendizaje en línea en los mercados emergentes se basa en datos de más de 97 millones de estudiantes de Coursera en más de 190 países, encuestas con más de 10,000 estudiantes en Egipto, India, México y Nigeria que han completado al menos un curso en la plataforma, y entrevistas con más de 70 expertos a nivel global y expertos en industria. 

En México, la pandemia llevó a la paridad la proporción de mujeres inscritas en cursos en línea, incrementando del 45% en 2017 al 50% en el 2021. Además, según datos de la plataforma Coursera, el 72% de las mujeres y el 79% de los hombres reportaron que continuarán aprendiendo en línea después de la pandemia de Covid-19, esto de acuerdo con el reporte presentado este martes 15 de noviembre por la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su sigla en inglés), miembro del Grupo Banco Mundial que se enfoca en apoyar al sector privado en los mercados emergente en más de 100 países.

Esta nueva investigación sobre México es parte del reporte titulado “Las Mujeres y el Aprendizaje en Línea en los Mercados Emergentes”, desarrollado en asociación con la plataforma global del aprendizaje en línea, Coursera, y la Comisión Europea. El reporte analiza datos de Coursera, la plataforma de cursos en línea gratuita, para cuantificar la participación de las mujeres en la educación en línea, identificar barreras para una mayor participación, y ofrecer recomendaciones para los sectores público y privado para mejorar las oportunidades permanentes y los resultados para las mujeres.

En el marco de este trabajo, El Economista platicó con Jaylan ElShazly, gerente del programa de Tecnologías Disruptivas y Empoderamiento de la Mujer en la IFC, ella comparte que la investigación muestra resultados que confirman que el aprendizaje en línea ofrece diferentes beneficios a las mujeres.

En cuanto a los beneficios específicos para las mujeres, la investigación encontró que el 40% de quienes han realizado cursos en la plataforma digital han encontrado nuevos trabajos, han abierto nuevos negocios o han mejorado en su desempeño laboral. Además, el 16% dice que después de haber completado los cursos están más preparadas y tienen más habilidades para solicitar un trabajo”.

Las pérdidas de trabajo para las mujeres latinoamericanas fueron 2.5 veces mayores que para los hombres, y la recuperación ha sido lenta, por lo que el estudio demuestra que la educación en línea ofrece una herramienta conveniente para ayudar a las mujeres a encontrar nuevos trabajos.

También se incluyó una perspectiva de emprendimiento. En este caso las mujeres emprendedoras indican que, debido a la educación en línea, “tienen nuevas competencias, habilidades, la confianza en sí mismas y las habilidades de comunicación”.

La especialista asegura que cuando vemos la brecha de género en educación, los países en general han tenido un gran avance, incluso en muchos países hay más mujeres en este momento accediendo a la educación que los hombres, “el problema es que ese cierre de la brecha en educación no necesariamente se traduce en acceso a más oportunidades laborales”.

Desde esta perspectiva, el aprendizaje en línea ofrece una oportunidad para buscar que más mujeres logren estudiar por la flexibilidad que esta herramienta ofrece. El 50% de las personas en este estudio indican que, si no fuera por esta herramienta, no podrían continuar sus estudios o tendrían que posponerlos.

“Hoy no podemos decir que la educación en línea está cerrando las brechas del empleo, pero contribuye con el cierre de la brecha”.

Más mujeres en áreas STEM

“Hoy vemos como la participación de las mujeres en las diferentes disciplinas cambian”. Todavía tenemos más mujeres concentradas en disciplinas de humanidades y artes y menos en áreas STEM (sigla en inglés para ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Ese fenómeno también se presenta en la educación en línea, sin embargo, en los últimos años se han ido incorporando las mujeres en STEM.

En este sentido, algo relevante que la investigación plantea es que cuando hay una mujer instructora dentro del curso, las probabilidades de que más mujeres sean atraídas aumentan (de 37% a 50%), eso significa que en las áreas donde las mujeres están menos representadas, “tenemos oportunidad si integramos mujeres al frente de los cursos para lograr paridad de género”.

Foto: Shutterstock

En la plataforma de Coursera se encontró que el 34% de los cursos tienen por lo menos una mujer instructora como parte del equipo y hay un área de oportunidad para que se integren más.

La educación mejora la calidad de vida 

ElShazly asegura que en países en desarrollo se tiene diversos retos, pero también oportunidades, sobre todo porque la evidencia demuestra que completar cursos luego de la educación básica y hasta una profesión, mejora no solo los ingresos de las personas, sino que también hay beneficios para la salud y mejoran la participación cívica. Por ejemplo, en México terminar una educación terciaria aumenta el salario un 70%.

Pero para ello tenemos retos como el acceso a internet, “en países como México únicamente el 70% de los hogares tienen acceso a este servicio, por lo que existe una brecha para ver cómo conectar al otro 30%, incluso la imagen está todavía más clara cuando vemos zonas rurales y los ingresos de las personas”. El aprendizaje en línea ofrece acceso a personas que no tienen universidades cerca de ellos o que buscan alta calidad, pero hay acciones que deben venir desde los gobiernos.

Por ejemplo, el 50% de las mujeres acceden al contenido de aprendizaje en línea a través de sus teléfonos móviles, en este sentido las plataformas tienen que optimizar el contenido para que más personas puedan tomarlos, ya que muchas mujeres no cuentan con una máquina de escritorio. “Pero claramente se requiere de los gobiernos para incrementar el acceso a la conectividad”.

Por ejemplo, en Jordania los estudiantes cuando utilizan plataformas no les cobran los datos, es decir todo contenido educativo está libre de pago, también existen centros comunitarios para acceder al internet, este modelo es importante porque este espacio además se vuelve el lugar donde las mujeres aprenden en conjunto y encuentran compañeras con los mismos intereses, también algunos de estos centros ofrecen espacios de cuidado para sus hijos o reciben ayuda para incrementar las habilidades digitales, escalando la solución de conectividad todavía más.

ElShazly concluye que las plataformas pueden hacer muchas cosas para asegurarse de ser más incluyentes y responder mejor a las necesidades, por ejemplo, las mujeres tenemos menos tiempo para estudiar, por lo que se requieren cursos cortos y si es necesario salir del curso cuando se requiera. Con cursos largos como certificaciones, se deben diseñar programas que se puedan retomar en cualquier momento, que sean flexibles, además se tienen que mejorar las opciones de financiamiento y becas, pues también implican mayores costos que en muchas ocasiones las mujeres no pueden asumir. “Entre mejor entendamos el uso que le dan las mujeres a las plataformas, se podrán diseñar cursos que se alineen cada vez más a sus necesidades”.

Oportunidades de aprendizaje en línea

El 66% de los estudiantes encuestados tiene un ingreso mensual menor al 5° percentil de menos de los 15,000 pesos mexicanos, lo cual sugiere que estudiantes de perfiles diversos están aprovechando las oportunidades del aprendizaje en línea.

Casi la mitad (48%) de las mujeres estudiantes en línea en México pagan por sus cursos en línea con sus ahorros personales, comparado con el 59% de los hombres. Las mujeres son más propensas a depender en las pruebas de cursos gratuitas que los hombres.

Las mujeres en México son más propensas que los hombres a ser impulsadas al aprendizaje en línea por las obligaciones familiares (13% de los hombres, 24% de las mujeres) y la seguridad (23% de los hombres, 27% de las mujeres).

El 47% de los estudiantes LGBTQ+ reportan sentirse más cómodos expresando sus opiniones cuando aprenden en línea que de forma presencial, y el 36% de ellos reportan ser más propensos a solicitar ayuda o hacer preguntas en lugar del aprendizaje presencial.

Fuente: eleconomista.com.mx

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