Sacar el mayor provecho de la transformación digital garantizará que las instituciones educativas se mantengan vigentes y atractivas para las nuevas generaciones.
En la actualidad, la educación virtual se ha convertido en la nueva manera de llegar a las personas a través del conocimiento, puesto que genera oportunidades para personas que quizás no pueden desplazarse o quisieran cursas carreras que solo se ofrecen en universidades del extranjero.
Sin embargo, Consuelo García Tamarit, vicerrectora de docencia e innovación educativa de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), explicó que hay que distinguir entre educación con apoyo de tecnologías on-line (centros presenciales cuyos docentes utilizan las tecnologías para apoyar su docencia), educación híbrida (programas educativos que mezclan su docencia presencial y docencia on-line) y educación completamente on-line, o e-learning, en la que toda la formación se transmite a través de las tecnologías.
Se convierte al antiguo estudiante receptor de información en protagonista y generador de nuevo conocimiento.
De acuerdo con la experta, según los datos del Observatorio Sectorial de DBK, esta formación está incrementando su ritmo de expansión en Latinoamérica, al pasar de 1.770 millones de euros tras la pandemia de covid-19 a un crecimiento en torno a 3.000 millones durante 2023.
Sin embargo, el interés no se centra solo en mostrar datos, sino en entender que la educación virtual seguirá creciendo, porque la pandemia puso en evidencia la necesidad de flexibilizar metodologías y recursos educativos y de fortalecer las competencias digitales de docentes y estudiantes en este siglo XXI.
El crecimiento
En tal sentido, dijo que rechazar este tipo de educación es desconocer su verdadero potencial, que no se limita a trasladar el formato presencial al ámbito digital.
Uno de los retos que tienen las instituciones educativas es adaptarse al aprendizaje virtuaI actual.
Agregó que igual que en las escuelas de hoy ya no es asumible imaginar a un profesor dando clase en voz alta con todos los alumnos en silencio y escuchando durante una hora, la educación virtual tampoco consiste en que una persona hable sin parar delante de una cámara.
Explicó García que el auge de la educación virtual proviene de la creación de experiencias de aprendizaje fuertemente vivenciales a través de medios digitales, de la cada vez mayor alfabetización digital de la población (incrementada exponencialmente durante la pandemia) y del efecto de la globalización en la educación que permite formarse cuando se quiera, dónde quieran y con quien se quiera.
Ojo con los retos
Explicó que el conectivismo es una teoría que plantea que el aprendizaje no es algo estático, sino dinámico, generado por la enorme diversidad que se encuentra en las distintas fuentes de información con las que se interactúan, y es un aprendizaje basado en nodos de conexión del conocimiento en constante movimiento.El interés no se centra solo en dar a conocer los datos sino en entender que la educación virtual seguirá creciendo. | Foto: GettyImages/DigitalVision/Tom Werner
Y explicó que es prosumidor porque convierte al antiguo estudiante receptor de información en protagonista y generador de nuevo conocimiento, lo que se traduce en escenarios cooperativos y colaborativos en entornos cercanos o lejanos, de forma que las metodologías activas bidireccionales, que sitúan al estudiante como centro de producción de conocimiento irán ganando terreno a las metodologías pasivas unidireccionales que simboliza la clase magistral de antaño.
Fuente: semana.com