El desarrollo de las telecomunicaciones y de los dispositivos electrónicos han establecido una nueva modalidad de enseñanza: la virtual. A continuación presentamos sus ventajas y desventajas.
No es secreto para nadie que los avances tecnológicos han tenido un desarrollo muy acelerado en las últimas décadas. Esto ha permitido una mayor facilidad para obtener información, así como el desarrollo de nuevas modalidades de enseñanza. Una de ellas es la educación virtual.
En este modelo educativo el instructor utiliza el ciberespacio para comunicar las lecciones a los estudiantes, en lugar de reunirse en un salón de clases. Gracias a las telecomunicaciones y a los dispositivos electrónicos es posible optar por una enseñanza a distancia y de calidad.
¿Qué es la educación virtual?
Es una estrategia que busca mejorar la calidad, el alcance y la pertinencia de la educación en todos los niveles de formación, con la participación de elementos multimediales, hipertextuales e interactivos.
Se trata de una evolución de la educación a distancia y de una transformación de la educación presencial y semipresencial, por la incorporación de tecnología y el fenómeno del empleo de plataformas y aplicaciones web.
La educación virtual exige personalización, conectividad, multiplicidad de recursos y habituación a la red para facilitar el flujo e intercambio de información. Como tal, ofrece muchos beneficios. No obstante, también presenta fallas.
Si quieres conocer cuáles son, te invitamos a seguir leyendo.
Beneficios de la educación virtual
La demanda creciente de la educación virtual se debe en gran parte a los siguientes beneficios, que ahora detallamos. Tampoco se puede menospreciar su difusión gracias al avance tecnológico del último tiempo.
1. Accesibilidad y comodidad
Una de las grandes ventajas de la enseñanza virtual es la posibilidad de estudiar desde cualquier parte del mundo y en cualquier momento del día. Lo importante es tener acceso a una computadora y a internet.
Gracias a ello, podrás organizar tu tiempo y disponer de él a tu conveniencia. Esto es útil para personas que tienen una agenda apretada. En este sentido, la educación virtual puede resultar mucho más cómoda que la presencial. Por si fuera poco, también te permite estudiar en el ambiente de tu preferencia, otorgando un plus en la comodidad.
2. Ahorro del tiempo
Dado que puedes estudiar en cualquier momento y lugar, ya no perderás tiempo desplazándote a la institución académica. Por tanto, las esperas del transporte público, los atascos de tráfico y los problemas para aparcar ya no serán un problema. Aunque no lo creas, evitar estas situaciones te ahorrará mucho tiempo.
3. Reducción de costos
Esto no significa que las matrículas de formaciones virtuales sean más económicas que las presenciales. El costo de las mismas dependerá de muchos factores.
No obstante, esta modalidad de estudio evitará el pago de mudanzas y alojamiento. Muy común en los estudiantes universitarios que viven a las afueras de la institución académica.
Asimismo, la educación virtual suele ofrecer sus materiales de enseñanza (como libros o guías) en formato digital y de descarga gratuita. Esto reduce la inversión.
4. Ritmo de estudio personalizado
Además de manejar tu propio horario a conveniencia, también podrás aprender a tu ritmo. La enseñanza virtual permite volver atrás o repetir aquellas lecciones que te resultan complicadas. Si el tiempo no te alcanza para terminar una clase, puedes pausarla y retomarla más adelante.
La capacidad de personalización que ofrece la educación virtual también abarca el pénsum de estudios. Tú puedes elegir el plan de estudios de tu preferencia e integrarlo a la perfección con tus actividades diarias y hobbies, sin que ninguno de ellos se sobreponga. De esta manera, se obtiene un equilibrio perfecto entre tu vida personal y académica.
5. Calificaciones inmediatas
En la educación presencial es común que los profesores demoren las calificaciones. Esto no sucede en el entorno virtual, pues existen herramientas electrónicas que corrigen rápidamente la entrega de los estudiantes.
Asimismo, al contar con tiempos más amplios y flexibles, el profesor suele evaluar las producciones de los participantes a medida que estas van llegando a su correo o a la plataforma de la institución. Lo que acorta el tiempo de espera.
6. Mejora en las habilidades tecnológicas
Son cada vez más los trabajos que exigen el manejo efectivo de herramientas tecnológicas. Aprender en un entorno virtual obliga al estudiante a mantenerse actualizado y a dominar aquellas aplicaciones necesarias en la esfera laboral.
Por su parte, las empresas están recurriendo cada vez más a plataformas virtuales para llevar a cabo el trabajo. Es posible que esta forma de operar perdure en el tiempo.
7. Amplitud de perspectivas y mayor oferta
Los programas de formación virtual ofrecen la oportunidad de estudiar con personas de otros países y pertenecientes a diversas culturas. La interacción digital con ellos enriquecerá la enseñanza.
Por ejemplo, pueden proporcionar información de interés sobre otras culturas de negocios, así como otros enfoques para la solución de problemas.
Además, existe un sin fin de sitios web que ofrecen cursos y formaciones en distintas materias. En este sentido, la cantidad de opciones disponibles supera con creces a la modalidad presencial.
8. Aumenta el sentido de responsabilidad
Al no tener un horario de clases fijo, deberás armar tu propio cronograma de estudios, lo que aumenta el sentido de responsabilidad y autonomía. Ahora deberás ser tú quien esté al pendiente de enviar las asignaciones antes de la hora pautada y de ver todas las clases con suficiente tipo para estudiar.
Tal y como señala un artículo, la virtualidad le permite a los estudiantes asumir un rol más protagónico en sus procesos de aprendizajes. Además, les permite decidir cuándo, cómo y con qué aprender.
¿Cuáles son las desventajas de la educación virtual?
Si deseas emprender tus estudios de forma virtual o ya lo estás haciendo, es importante que conozcas las desventajas de este modelo educativo. Así podrás evitar o remediar algunas.
1. Implica una mayor disciplina
Este aspecto representa una desventaja en aquellas personas poco disciplinadas e inconstantes. Si bien la educación virtual es una oportunidad para forjar la autonomía, esto no siempre es tarea fácil. Se requiere de esfuerzo y voluntad firme para tener una buena organización.
Además, para una formación adecuada es importante que los estudiantes posean habilidades en el aprendizaje autónomo, el cual, según un artículo de divulgación, implica ser responsable y tomar el control interno del proceso personal de aprendizaje.
2. Requiere acceso a la tecnología
No todo el mundo cuenta con un ordenador y acceso a internet. Por lo general, son las poblaciones marginadas las que no pueden gozar de estos beneficios. En estos casos, es importante y necesaria la educación presencial.
3. Oferta de formaciones con poca calidad
Cada vez más aumenta la cantidad de estudios virtuales. Sin embargo, no todo lo que se ofrece es de buena calidad. En consecuencia, hay que estar atentos a la formación que se recibe y apuntar siempre a la mejor.
4. Mayor exposición a las pantallas
Estudios demuestran que el uso prolongado de las pantallas crea perturbaciones psicofisiológicas, como alteraciones del ritmo circadiano, de los patrones del sueño y de las concentraciones hormonales.
En una investigación se halló que el uso pantallas (4 h/día) se relaciona con un menor bienestar psicológico. A nivel educativo, un artículo señala que los adolescentes que pasan más de 7 horas al día en medios electrónicos tienen un 40 % menos de probabilidades de alcanzar el éxito académico.
Si eres una de esas personas que trabaja y estudia frente a un ordenador es importante tomar las consideraciones necesarias para evitar daños en la salud. Por ejemplo, descansar la vista cada cierto tiempo, utilizar anteojos para pantallas, salir a la calle y tomar aire fresco de tanto en tanto.
5. Riesgo de suplantación de los estudiantes
La modalidad de educación virtual se presta para que otras personas suplanten a los estudiantes, en especial en la realización de evaluaciones. Muchas instituciones se toman en serio este aspecto y obligan a asistir a la institución para realizar los exámenes.
6. Menor interacción personal
El entorno virtual reduce las interrelaciones, bien sea con el profesor o con los compañeros de clase. Suele ser una actividad solitaria y, en caso de haber socialización, se reduce a la comunicación de temas referentes al estudio.
7. Ramas de la educación excluidas
Existen algunos estudios que, por el momento, no se pueden implantar en el entorno virtual. Sobre todo aquellos que requieren una formación práctica, como la medicina u otras carreras científicas. En estos casos, la única opción es optar por una versión presencial.
8. Déficit en la estructura pedagógica
Los modelos pedagógicos virtuales en ocasiones pueden resultar incompletos. Esto como resultado de falta de habilidades adecuadas en los instructores para el trazado de estrategias y objetivos dentro del ámbito digital. En este sentido, puede que las actividades asignadas no constituyan la mejor opción para el abordaje de un tema en específico.
Sin embargo, la expansión educativa dentro del ámbito virtual ha logrado ir poco a poco mejorando este aspecto en las diferentes aulas de aprendizaje. En ocasiones, comunicar al profesor las inquietudes sobre el tema y la forma en como es abordado, crea una retroalimentación necesaria para subsanar estas deficiencias.
Educación virtual: ni mejor, ni peor
Con lo dicho, no pretendemos establecer que la educación virtual sea mejor o peor que la presencial. Cada una tiene sus bondades y desventajas. Es cuestión de que las conozcamos y optemos por aquella que más nos favorezca.
En algunas ocasiones no será posible escoger. Pero lo ideal es sacar el mayor provecho posible, sea cual fuere la modalidad de enseñanza.
Fuente: mejorconsalud.as.com