Según el último informe de Kaspersky sobre IoT, las ciudades inteligentes son el escenario más común para la tecnología IoT, con el 62% de las empresas en todo el mundo aplicándolas a dichos proyectos. Tras anunciar recientemente el desarrollo de Neom, una ambiciosa ciudad inteligente de futuro ubicada en el desierto, la compañía analizó el papel de la ciberseguridad en estos nuevos enclaves.
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Arabia Saudita planea construir una ciudad inteligente futurista y sostenible en el desierto de Tabuk. Se prevé que la ciudad tenga una longitud total de 170 kilómetros, incluida una ciudad inteligente, un puerto, un aeropuerto y espacios de negocios y ocio. Neom tiene como objetivo utilizar energía 100% renovable con cero emisiones, ser completamente digital y utilizar tecnología y procesos de fabricación avanzados.
Si bien Neom aún se encuentra en la etapa de proyecto, el 62% de las empresas en todo el mundo utilizan la tecnología IoT en el sector de las ciudades inteligentes. Esta cifra aumentó al 74 % en Asia Pacífico, al 71 % en Oriente Medio, Turquía y África, y al 67 % en América del Norte.
Una ciudad inteligente es un sistema ciberfísico, es decir, la seguridad física y digital es fundamental para el buen funcionamiento de los servicios de la ciudad, especialmente para proyectos digitales como Neom. “Las ciudades inteligentes involucran un conjunto de verticales y subsistemas que deben trabajar juntos para brindar servicios a los residentes y permitir que las organizaciones públicas administren sistemas digitales. Traduce enormes conjuntos de datos nuevos en beneficios financieros y sociales. Esta transformación requiere implementar componentes de resiliencia cibernética que pueden predecir amenazas”, explica Andrey Suvorov, Director de la Unidad de Negocios KasperskyOS de Kaspersky.
Las mismas amenazas para IoT y los sistemas informáticos tradicionales también representan una amenaza para las ciudades inteligentes. Uno de los riesgos más frecuentes en la actualidad es el ransomware dirigido a varios servicios gubernamentales. Las ciudades inteligentes también son vulnerables a los dispositivos y elementos de red accesibles para los atacantes, como las cámaras de circuito cerrado de televisión. Los sitios web y las aplicaciones conectadas al Internet de las cosas también están en riesgo de exposición. Los ataques dirigidos a la infraestructura son incidentes graves, ya que estos ataques no solo causan pérdidas comerciales sino que también afectan directamente a los ciudadanos. Por ejemplo, el ataque de ransomware dirigido que golpeó a Baltimore en 2019 cerró varios servicios del gobierno de la ciudad.
Las medidas de ciberseguridad para las ciudades inteligentes deben incluir acciones fundamentales como políticas de encriptación y criptografía estricta, gestión de vulnerabilidades, segmentación de redes y un modelo de confianza cero, así como firewalls y protecciones específicas para los sistemas de ciudades inteligentes y cualquier infraestructura en la nube. La aplicación está conectada. Además, se requieren soluciones de seguridad IoT dedicadas, como puertas de enlace de seguridad, para conectar dispositivos IoT con aplicaciones comerciales y garantizar la integridad de las comunicaciones y los datos que pasan a través de ellos. En organizaciones cuya infraestructura de TI está conectada a objetos y sistemas de ciudades inteligentes, se debe utilizar una protección de punto final y de red capaz de detectar y responder a una variedad de amenazas.
Fuente: ituser.es