Fuente: elperiodicoextremadura.com
La verificación en Instagram o TiKTok puede crear problemas de dependencia, lo que significa que una persona solo se sentirá bien cuando reciba comentarios positivos.
La pantalla de nuestro teléfono vibra con cada notificación: es un nuevo Me gusta, un nuevo comentario, una nueva mención. Estos estímulos liberan dopamina, un neurotransmisor en el cerebro que puede traernos felicidad. Sin embargo, cuando nuestras notificaciones se conviertan en comentarios negativos, pocos likes o pocos seguidores, no solo nos traerán felicidad, sino que reducirán nuestra autoestima.
Si no elevamos su autoestima desde temprana edad, las redes sociales se convertirán en una fuente de reconocimiento para nuestros hijos e hijas. Es decir, si nuestros hijos reciben muchos me gusta en Instagram, se sentirán cómodos con su existencia, por el contrario, si reciben comentarios negativos o nadie los sigue en las redes sociales, su autoestima será muy baja.
La adicción a las pantallas y su impacto en la autoestima no solo ocurren en niños y jóvenes, los adultos también pueden tener problemas de inseguridad y autoconciencia. Por eso es tan importante promover el amor propio desde una edad temprana para que la exposición de nuestros hijos en las redes sociales sea lo más saludable posible.